Se habla mucho de I+D+i pero, ¿sabes qué significa exactamente investigación, desarrollo e innovación? Estos conceptos son mucho más amplios de los que se considera habitualmente, por eso, en este artículo vamos a delimitar cada término, para poder reconocer qué es la I+D+i y cómo implementarla.
Es común que la I+D+i se asocie al ámbito científico, pero va mucho más allá. De hecho, este concepto es transversal a todas las áreas del saber: se puede investigar, desarrollar e innovar en todos los aspectos de nuestra vida. Igual de innovador es el último avance en producción energética, que un carpintero que hace sillas más duraderas cambiando de materia prima.
En este sentido, I+D+i es la unión de términos que parten de distintas ramas del conocimiento: investigación de la ciencia, desarrollo de la economía e innovación de la tecnología. Cabe mencionar que la etiqueta de innovación se ha añadido posteriormente al concepto inicial, que era solo I+D. Y es que, al fin y al cabo, el objetivo de toda labor de investigación y de desarrollo es llegar a unas nociones que tengan una aplicación práctica para impulsar la sociedad y mejorar la calidad de vida de las personas.
Como apuntan en la revista Qualitas Hodie sobre calidad, medio ambiente e innovación, «La innovación no se consigue por sí sola, ni es únicamente fruto de la tecnología. El éxito en la innovación se obtiene en una empresa cuando ha sido capaz de conjugar todos los factores que contribuyen a una cultura innovadora, es decir, la creatividad, la estrategia, la organización y las personas.» No hay duda de que para implementar la I+D+i entran en juego muchos ámbitos distintos.
Investigación
La investigación es una labor que combina la parte más creativa con una estructura sistemática. Para investigar hay que seguir un orden, un método, que nos permita ser rigurosos en la labor; pero este proceso debe estar combinado con una actitud creativa para garantizar que se están formulando las preguntas correctas para llegar a respuestas más interesantes. Junto con esto, hay que mantener en todo momento un pensamiento crítico que nos ayude y nos guie durante el proceso.
En la investigación, la primera pata de la I+D+i, se parte de proyectos o ideas previas para valorar su uso y su vigencia. Al final, el objetivo de la investigación es alcanzar nuevos conocimientos y una mejor comprensión del ámbito estudiado.
Investigación científica
Como apuntábamos antes, la I+D+i, y por lo tanto la investigación, se puede dar en todas las áreas del conocimiento, pero sin duda destaca en el ámbito científico. En concreto, la investigación científica se refiere específicamente al proceso enfocado a lograr avances en esta rama del saber, y, por lo tanto, cuenta con unas particularidades que la hacen diferente a la labor investigativa en otros espacios.
Una de las características propias más evidentes es sin duda el proceso de la investigación científica, que debe seguir un método muy concreto: el método científico. Como todas las labores investigativas, este método debe combinar una actitud sistemática con la creatividad y, por supuesto, el pensamiento crítico. En este caso, además hay que tener en cuenta la observación, medición y la experimentación, para generar hipótesis y confirmarlas o modificarlas. En el método científico, los factores determinantes para valorar el éxito de la hipótesis es la repetición de resultados.
Además, hay que tener en cuenta que los avances en la investigación científica pueden tener una aplicación práctica, pudiendo continuar con el proceso de la I+D+i, o evolucionar, al menos temporalmente, solo en un plano teórico.
Desarrollo
Cuando se llega a conclusiones interesantes y válidas, es el momento del desarrollo, el siguiente paso en la I+D+i. El desarrollo consiste en aplicar los resultados del proceso investigador para mejorar el punto de partida. Por ejemplo, puede ser una mejora de los materiales, de los sistemas de producción o de la tecnología preexistente.
El desarrollo en la empresa
Es muy habitual que el concepto de desarrollo sea aplicado al ámbito empresarial. En este caso, la mejoría que se busca es la de la compañía; bien en su conjunto o bien en pequeñas áreas que contribuyan a un impulso general. De igual modo, el tiempo de estos objetivos puede variar: algunas cuestiones tendrán un efecto inmediato mientras que otras pueden tardar más en dar sus frutos.
Por lo tanto, al hablar de desarrollo empresarial, estamos hablando de las medidas, técnicas, ejercicios o estrategias que se llevan a cabo para mejorar el rendimiento de una organización. Pueden ser relacionadas con los empleados, con los sistemas de trabajo cotidianos, con el propio espacio… siempre desde una aplicación práctica.
Innovación
Finalmente, la innovación es el último aspecto de la I+D+i. Este término está vinculado con toda actividad que tenga como resultado un avance sustancial sobre el punto de partida. Es decir, el objetivo es lograr una mejoría o algo totalmente novedoso mediante la modificación de los elementos o procesos ya existentes.
La innovación social
Además de la innovación tecnológica o sanitaria, no debemos olvidar la innovación social. De acuerdo con Economipedia, «La innovación social se define como todas aquellas ideas nuevas sobre productos, servicios y modelos que solucionan un problema social o cubren una necesidad de forma más eficaz y eficiente que las alternativas actuales, al mismo tiempo que establecen nuevas relaciones sociales y sinergias». Es decir, a través de procesos de I+D+i en el ámbito social se logra una mejoría en los procesos cotidianos que configuran la sociedad.